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César Augusto Castro Paiva (nació en Asunción el 24 de junio de 1966). Casado con María Elizabeth Noguera. Sus hijos son: Cristina Elizabeth y Alexis Damián. Nombre de los padres: Víctor Ramón y Fulvia.
Inicio: Club Olimpia divisiones inferiores (1982, ’83 y
’84). Primera División (1985 al ’95). Debut en Primera: "Año 1985, ante
Guaraní 1-1". Otros clubes: Sol de América (1997 al ’98).
Selección nacional: Sudamericano Juvenil 1985. Mundial
Juvenil de Rusia 1985, Panamericano de Indianápolis 1987 y selección de
mayores.
Títulos: Club Olimpia campeón (1985, ’88, ’89, ’93 -invicto-
y ’95); Campeón Copa Libertadores de América 1990, Vicecampeón (1989, ’91).
Campeón Copa Nehrú - India (1990); campeón Supercopa Sudamericana (1990).
Campeón Copa República (1992). Con Sol de América finalista Torneo Apertura
(1997 y ’98).
Característica: Sobrio, fuerte, seguro y excelente por
arriba. Estatura: 1,83. Peso 82 kilos. Sobrenombre: "Coco".
OTROS: Bachiller en Ciencias y Letras Colegio Experimental
Paraguay-Brasil. Primer curso Facultad de Ciencias Básicas. Tres años de
inglés, francés y portugués en el CEPB. Cursos de Sistemas Dos, Excel y Windows
en el Instituto de Ciencias de la Computación. Mejor egresado del curso de
Director Técnico en Fútbol ENEF, promoción "Héroes del Chaco", año
1999.
Como DT ha dirigido varios equipos en inferiores, como
también en primera división. En el 2000 campeón en la categoría Sub-22 de Sol
de América. Ayudante Técnico en primera en el 2000, vicecampeón Torneo
Apertura. En el 2001 como DT Primera División. Nacional y Sportivo San Lorenzo
(2002). Fernando de la Mora: Campeón de Ascenso 2003 y DT en el 2004 en la División
Intermedia, tercer puesto.
Con el Olimpia vivió los mejores años como jugador. ¿Tu
mejor momento deportivo?: "Para mí fueron los años 1989, ’90 y ’91, donde
conseguimos un título y dos vicecampeonatos en Copa Libertadores de
América", puntualiza.
¿Un partido?: "Ante Cerro Porteño en 1991 en octavos de
final por la Copa. Recuerdo que perdimos 1-0 el primer encuentro y en la
revancha conseguimos un 3-0 impresionante. Durante esa semana practicamos de
una manera distinta, el profesor Luis Cubilla trabajó insistiendo en el
pressing y lo hicimos durante todo el partido para sortear ese escollo clásico
llamado Cerro Porteño", recuerda.
Castro nos cuenta que hacía más goles con los pies que de
cabeza, llegando a ser el penalero eficiente del Olimpia en esos años. Y no
olvida "los estadios llenos con que jugábamos antes. Era una gran fiesta,
mientras que hoy día llegaron las barras bravas para anular esos momentos
saludables de ir a las canchas", comenta.
Y como muchos otros técnicos paraguayos nos dice: "Es
una lástima que los dirigentes de clubes grandes confían poco en los técnicos
paraguayos, mientras que a los extranjeros les dan todas las herramientas
necesarias para que trabajen bien. Un ejemplo que nos llena de satisfacción es
el trabajo que Carlos Jara Saguier está haciendo, demostrando que el paraguayo
está capacitado también para triunfar", nos dice en la despedida, dejando
esta queja real que subsiste en nuestro fútbol.
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